¿TE ESTÁS CONTAGIANDO DE LA EPIDEMOS DE LA PROCRASTINACIÓN O YA ERES UN PROCRASTINADOR?

Si eres una de las personas que deja las cosas para mañana, para más tarde,  postergas de forma sistemática aquellas tareas que debes hacer y son cruciales para tú desarrollo y las reemplazadas por otras más irrelevantes, pero más placenteras de llevar a cabo; entonces eres un procrastinador. Te preguntarás ¿qué es eso?, ¿de dónde Salió? Recuerdo la primera vez que escuche este término, estaba en clases, otra compañera estaba exponiendo sobre este tema, me impactó demasiado, me quedé con la duda y decidí buscar más información; quería entender lo que significaba. Lo gracioso del asunto es que, para encontrarlo, demore como unas semanas, pues no tenía tiempo; seguía con la duda sin saber que yo misma estaba poniendo en práctica este concepto.

“Procrastinación es el mal hábito de posponer hasta el día después de
mañana lo que deberías haber hecho el día anteayer”

Napoleón Hill

Por ejemplo: imagina que estas en tu casa preocupada o preocupado por tu examen final de mañana. En aquel momento decides estudiar, pero antes quieres “matar el tiempo un minuto” o como dicen todos popularmente “un toque de plan H”, entonces prendes tu pc y navegas por la Web. En eso dices: “todavía no actualizo mi hi5, es hora de hacerlo” así que, luego de 2 o 3 horas tratando de ver cual fondo le quedo mejor, escuchas un ring ring: te llama tu mejor amiga para pedirte la acompañes al cine, pues hoy se estrena un buena película y le dices “genial, vamos”. En ese momento piensas: “más tarde actualizo mi hi5”, después estudio, en seguida me bajo la canción del verano que está de moda”, aludiendo que no te haces problemas, pues bajo presión trabajas mejor y así sigues después…, después…, después y, al final, no haces nada.

Para que lo entiendas mejor, te indicaré que la palabra procastinador proviene del latín: pro (adelante) y crastinus (relacionado con el mañana). Es un complejo trastorno del comportamiento que a todos nos afecta en mayor o menor medida. Consiste en evitar o postergar conscientemente lo que se percibe como desagradable o incómodo y es asumida popularmente como simple "pereza". La procrastinación se manifiesta, ante todo, como una pésima gestión del tiempo. El procrastinador suele, o bien sobrestimar el tiempo que le queda para realizar una tarea, o bien subestimar el tiempo necesario según sus recursos propios para realizarla. Los patrones de procrastinación caen en dos categorías que a menudo se superponen: funciones de mantención y de autodesarrollo. La primera tiene lugar cuando se postergan cotidianamente rutinas como: limpiar la casa, pagar cuentas, regar el jardín, junto a esto la persona acumula sentimientos de ineficiencia personal por la sensación de vivir en forma desorganizada. La segunda se observa cuando la persona dilata la solución de problemas personales; como fumar en exceso, acabar con una relación sentimental destructiva, impedir el abuso por parte de otro, retrasa la decisión de mejorar las oportunidades en su profesión. Cuando se presenta este patrón de conducta, el individuo se siente paralizado.

La mayoría de nosotros la ponemos en práctica y, cada día, afecta la salud psicológica de las personas; y, por ende,  la salud social de una comunidad, de un país y hasta del mundo. Lo peor de todo es que no hacemos nada para detenerla, simplemente se ha convertido en nuestra forma de vivir, en nuestra rutina de todas las semanas, en una de las características de nuestra personalidad. Así que, dejemos de lado esta pésima práctica de dejar las cosas para mañana y tratemos de organizarnos, de concluir las cosas que hacemos. Si ya sabes que eres un procrastinador y no sabes que hacer para combatirlo, entonces piensa siempre en este refrán: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". No te contagies de esta gran epidemia y así podrás vivir mejor, sin lamentarte luego de “¡por qué no lo hice a tiempo?”, “¡por qué lo deje para última hora?”.

Mildred Azañero Suárez

Estudiante de Psicología del IX ciclo